Llevamos ya cuatro semanas de confinamiento por el COVID 19 y todos notamos los efectos de esta cuarentena en muchos aspectos de nuestra vida diaria.
Además de las noticias sobre el virus y los estados de alarma en muchos países, hemos podido ver grandes muestras de solidaridad entre las personas porque, como es habitual, las grandes crisis sacan a relucir la parte más humana de cada uno de nosotros.
Así lo han demostrado tantas y tantos trabajadores de la salud y otros sectores imprescindibles para mantener el orden y el abastecimiento de alimentos o medicinas.
Sin duda esta gran crisis global por Covid 19 nos está exigiendo que busquemos lo mejor dentro de nosotros. Tanto para mantener la calma y cuidarnos desde casa, como para aportar un granito de arena a la sociedad, dentro de nuestras posibilidades.
Entre esta marea de solidaridad y empatía, también nacen reflexiones y muestras de sensibilidad como como el poema de Kitty O’Meara, que se hizo viral en las redes sociales llamado «Y la gente se quedó en casa».
Y la gente se quedó en casa, el poema viral de la cuarentena
La autora de este conocido poema es una profesora jubilada que presta ayuda en hospitales de Estados Unidos y que tuvo el impulso de retratar lo que estaba viviendo y observando en la sociedad.
Este poema llegó hace ya varias semanas, cuando comenzamos a vivir la cuarentena por Covid 19 y en él escribió sobre la transformación que está experimentando la gente dentro de sus casas.
Y la gente se quedó en casa
“Y la gente se quedó en casa. Y leía libros y escuchaba. Y descansaba y hacía ejercicio. Y creaba arte y jugaba. Y aprendía nuevas formas de ser, de estar quieto. Y se detenía. Y escuchaba más profundamente.
Algunos meditaban. Algunos rezaban. Alguno bailaban. Algunos hallaron sus sombras. Y la gente empezó a pensar de forma diferente.
Y la gente sanó. Y, en ausencia de personas que viven en la ignorancia y el peligro, sin sentido y sin corazón, la Tierra comenzó a sanar.
Y cuando pasó el peligro, y la gente se unió de nuevo, lamentaron sus pérdidas, tomaron nuevas decisiones, soñaron nuevas imágenes, crearon nuevas formas de vivir y curaron la tierra por completo, tal y como ellos habían sido curados».
Autora: Kitty O’meara